SANTILLANA USA - Galeria 1 Recursos Modulo 2

M2 54 Nuestra herencia cultural Durante la lectura Haga preguntas similares a las siguientes. Como en las páginas anteriores, recuerde que puede hacer las mismas preguntas a través de los grupos según lo considere necesario. Luego, ayude a los alumnos del Nivel I y pida a todos los alumnos que respondan con oraciones completas. Nivel I : Haga una lectura de eco con algunos o todos los párrafos. ¿Quién está nervioso? (Panchito) ¿Por qué creen que está nervioso? (porque es su primer día de escuela) ¿Creen que el señor Lema era muy estricto, o un maestro comprensivo? ¿Por qué? (Las respuestas varían. Posible respuesta: Era comprensivo, porque saludó cordialmente a Panchito.) Luego, pida a algunos alumnos que lean estos párrafos en voz alta. Luego pregunte: ¿Quién es el señor Lema? (el maestro de Panchito) ¿Dónde pasaba Panchito sus horas de almuerzo? (estudiando inglés con el señor Lema) ¿Qué clase de música le gusta a Panchito? (los corridos) Nivel II : ¿Qué significa muchedumbre ? (abundancia o multitud) ¿Qué significa impertinentes? (pesados, imprudentes) Pida a los alumnos que escriban oraciones con cada una de las palabras. ¿Dónde estaban el papá y Roberto? (pizcando algodón) ¿Hasta cuándo tendrían que estar ahí? (hasta febrero) ¿Qué significa estremecer ? (Ayude a los alumnos a articular respuestas que indiquen que significa sobresaltar o sacudir nerviosamente.) ¿Cuánto tiempo estuvo Panchito en la escuela? (como un mes) ¿Cómo lo sabes? (Estuvo un mes practicando inglés con el señor Lema, y luego ya se tenían que mudar otra vez.) Actividad Estándares Secuencia RL.9-10.3, RL.9-10.5 Lección 12 Pregunta inicial n ¿Conocen a algún niño de su edad que trabaje? ¿Creen que es correcto? Exposición + M2 36 Nuestra herencia cultural Dos horas más tarde, a eso de las ocho, esperaba el camión de la escuela. Por fin llegó. Subí y me senté en un asiento desocupado. Todos los niños se entretenían hablando o gritando. Estaba nerviosísimo cuando el camión se paró delante de la escuela. Miré por la ventana y vi una muchedumbre de niños. Algunos llevaban libros, otros juguetes. Me bajé del camión, metí las manos en los bolsillos, y fui a la oficina del director. Cuando entré oí la voz de una mujer diciéndome: — May I help you? Me sobresalté. Nadie me había hablado en inglés desde hacía meses. Por varios segundos me quedé sin poder contestar. Al fin, después de mucho esfuerzo, conseguí decirle en inglés que me quería matricular en el sexto grado. La señora entonces me hizo una serie de preguntas que me parecieron impertinentes. Luego me llevó a la sala de clase. El señor Lema, el maestro de sexto grado, me saludó cordialmente, me asignó un pupitre, y me presentó a la clase. Estaba tan nervioso y asustado en ese momento cuando todos me miraban que deseé estar con Papá y Roberto pizcando algodón. Después de pasar lista, el señor Lema le dio a la clase la asignatura de la primera hora. —Lo primero que haremos esta mañana es terminar de leer el cuento que comenzamos ayer —dijo con entusiasmo. Se acercó a mí, me dio su libro y me pidió que leyera. —Estamos en la página 125 —me dijo. Cuando lo oí, sentí que toda la sangre me subía a la cabeza, me sentí mareado. —¿Quisieras leer? —me preguntó en un tono indeciso. Abrí el libro a la página 125. Sentía la boca seca. Los ojos se me comenzaron a aguar. El señor Lema entonces le pidió a otro niño que leyera. Durante el resto de la hora me empecé a enojar más y más conmigo mismo. “Debí haber leído”, pensaba yo. Casas de los trabajadores Libros de la época del relato

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