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Carnaval en Canarias
–¿Tienes novia?
–No. Me espera una mujer, pero no es mi novia. Se llama Ma
rilyn. Trabajamos juntos.
–¿Y quién te ha pintado ese bigote tan ridículo? ¿Esa Marilyn?
–No. Me lavaré la cara al llegar al hotel.
–¡Ja, ja, ja! ¡Dice que se lavará la cara! ¿Por qué no te vienes con
nosotras?
–Necesito un taxi o, mejor, un autobús.
–Yo tengo un coche y puedo llevarte.
La chica que ha hablado viste un traje de payaso
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y se ríe con su
enorme boca pintada.
Teodoro respira tranquilo. «Ella al menos no cree que yo sea el
camionero loco», piensa.
El coche de la chica es pequeño, de color rojo.
–No sé hasta dónde podremos llegar. Hoy se elige a la reina del
Carnaval y las calles están llenas de gente. ¡Y, además, no tengo ga
solina!
Teodoro ve al taxista que se acerca con un guardia.
–¡Date prisa!
La chica obedece. Vestida de payaso parece un chico.
–A ti te busca la policía. Esto es divertido.