Page 28 - Carnaval en Canarias

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Carnaval en Canarias
Cuando ya han pasado dos horas de música y bailes, dicen el
nombre de la reina del Carnaval. La chica que ha ganado tiene un
traje maravilloso, lleno de oro, de plumas de todos los colores. En­
cima de la cabeza lleva un sol con muchas lucecitas que brillan en
la noche. Parece un rey azteca
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. La presentan al público y todo el
mundo grita con entusiasmo. En el cielo parece que hay un incen­
dio. Son los fuegos artificiales
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.
De pronto, Teodoro se lleva las manos a la cabeza.
–¡Pero si es Marilyn! ¡Eh, Marilyn! ¡¡Marilyn!!
La música y la alegría de la gente apagan sus gritos.
–¡Anda! –dice Candelaria–. ¿Estás seguro de que es ella?
–¡Segurísimo! Tenemos que acercarnos hasta allí, tengo que ha­
blar con ella.
–Imposible, Teodoro. Tú solo pides cosas imposibles.
–También era imposible sacar de la autopista el camión y lo he­
mos hecho.
Intentan pasar empujando. Pero cuando van a llegar cerca de
Marilyn, una
murga
les cierra el camino. Las murgas se dedican a
cantar y tocan instrumentos de papel, latas, peines... Cualquier cosa
vale para hacer un ins­trumento musical... excepto los instrumentos
musicales.
La gente los empuja hacia un bar, donde unos señores disfraza­
dos con trajes típicos japoneses los invitan a tomar algo. Todo el
mundo quiere pagar una copa a los demás.
–Acabaremos todos borrachos –dice Teodoro.
–Salgamos a tomar el aire.
En ese momento se ve la luz de un relámpago y se oye un trueno
más fuerte que todos los tambores juntos. Cuando pisan la calle se
pone a llover. Pero a los que bailan no les asusta la lluvia. Al contra­
rio, bailan con más pasión, dan vueltas para recibir el agua en todo
el cuerpo y algunos hasta saltan en los charcos.