E
n México y en las ciudades de Estados
Unidos donde hay muchos mexicoamericanos,
las tiendas y las casas se decoran con graciosos
esqueletos.
E
n las casas se hacen altares dedicados a los muertos
de la familia. Son mesas en donde se ponen las fotos
de estas personas y sus bebidas y comidas favoritas. Se
adornan con papel de colores, flores, velas y calaveritas
de azúcar.
En las panaderías se hornea
“
pan de muerto
”
, unos
panecillos adornados con
“
huesos
”
hechos de la misma
masa. Estos panes también se ponen en el altar. Al final
del día, la familia se reúne para comerse todas estas
delicias.