Caramelo 4 Sample Unit
19 Cuento Cuento Club de Caramelo 4 © Educactiva S. A. S. Prohibida su reproducción total o parcial. Todos los derechos reservados. 2 1 *Los cuentos que componen esta cartilla, cuya autoría corresponde a Ximena Mendoza Seyffarth, están protegidos por Derecho de autor. Otro mundo en el jardín Una mañana en la que estaban sentados en círculo a su alrededor, la profe les anunció a Caramelo y a sus compañeros que ese día realizarían una expedición muy divertida por el jardín del colegio. Rosita, que siempre decía en voz alta lo primero que se le venía a la cabeza, exclamó: —Ya conocemos muy bien el jardín y aunque nos gusta mucho jugar allí, no creo que resulte muy divertido. Entonces la maestra puso en el centro del círculo la caja mágica que siempre llevaba al salón cuando preparaba una actividad sorpresa. Todos miraban curiosos cuando les dijo: —¡Hoy seremos exploradores! Podemos observar todo a nuestro alrededor, sin maltratar a ningún ser vivo ni destruir nada de lo que encontremos. Después de preparar todo lo necesario, empezaron la aventura. Así, pudieron descubrir que debajo de los tronquitos y de las piedras había cantidades de animalitos que se movían a gran velocidad; y en las ramas de los árboles y entre las grietas de las paredes crecían pequeñas plantas. Los niños estaban felices. Luego, en el salón, cada uno dibujó lo que más le gustó para organizar una exposición. Desde ese día, el jardín de su colegio fue mucho más especial. Trabajos y oficios Caramelo y sus amigos sabían que las personas pueden realizar muchas actividades porque conocen los trabajos de sus padres y familiares. Sin embargo, nunca se habían puesto a pensar en qué les gustaría ser cuando grandes hasta un día en que la profesora llegó al salón con un gran canasto lleno de disfraces y los invitó a vestirse de aquello que les gustaría ser de mayores. Todos estaban felices. Manuela pensó de inmediato en buscar algún vestido que la hiciera parecer una profesora porque le encantaría enseñar a los niños. Camilo encontró un casco y se convirtió en un importante ingeniero de los que diseñan y construyen grandes puentes y avenidas. Mientras tanto, Felipe se puso un traje de astronauta y se sintió muy bien porque le gustaría estudiar el universo y sus maravillas. Sarita, otra ingeniera, le iluminaba el camino con su potente linterna. Por otra parte, Caramelo y su amiga Cristina se divertían muchísimo probándose las prendas que quedaban en el baúl; no sabían muy bien lo que harían cuando fueran adultos, pero sí sabían que era muy entretenido ensayar numerosos oficios pues aún tenían mucho tiempo para decidir su profesión.
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