Entre palabras Level 4 Unit Sampler
61 Prohibida su venta escritura”? Alguien pensará, y no con poca razón, que si logramos darnos a entender, qué importa que sea observando normas y siguiendo lineamientos ortodoxos o no. ¿Acaso los millones de personas que día a día usan el español conocen las reglas? Por supuesto que no, y eso no les quita valía ni les impide tener éxito en lo que hacen. Pero alguien, en el lado opuesto, pensará que hablar y escribir bien es un indicador de edu- cación y de aceptable cultura. En fin, la vieja controversia lleva más o menos esta línea: Posición liberal Posición conservadora El idioma es un medio para que las personas se comuniquen, se desarrollen y tengan bienestar. No importa que se pierdan o se transgredan las normas de los idiomas, mientras las personas sigan comunicándose y desarrollándose. El fin de los seres humanos es el bienestar, y el idioma es solo un medio para alcanzarlo. “Use el idioma como usted quiera, siempre que le sirva para satisfacer sus necesidades”. El idioma es para la persona, no la persona para el idioma. Cada idioma es una manera diferente de concebir el mundo. Si se pierde o se transgrede un idioma, se pierde una manera de entender y expresar la realidad. Los idiomas son sistemas de transmisión de valores culturales, ancestrales y tradicionales. Conservarlos ayuda a valorar el legado de cada pueblo. Son parte de la identidad de las personas y las comunidades. Por tanto, hay que preservarlos. Esto implica usarlos conforme a sus normas, es decir, sus orígenes, su evolución, su estructura y sus características particulares. Con el advenimiento de las TIC, la evolución del idioma se ha acelerado mucho más que en otras épocas y ha exigido un estudio más minucioso de la gramática y la orto- grafía, además de una actualización más atenta. En ese contexto, el idioma español, como las demás lenguas del mundo, se encuentra en una tensión permanente entre norma y uso. A veces, la norma prescribe una cosa, pero el uso generalizado propone otra. Por consiguiente, la gramática y la ortografía, aunque conservan una esencia, también se flexibilizan, pues los académicos y los teóricos eruditos no quieren ni pue- den ignorar los usos y tradiciones generalizados del habla cotidiana. Los usos marcan tendencias y, muchas veces, se convierten en norma. El dinamismo del idioma ha existido siempre, entre otras razones, por dos muy importantes: 1. Los préstamos lingüísticos, que generan la inclusión de palabras nuevas. 2. El uso mayoritario del idioma, que también propicia que algunos vocablos modifi- quen su morfología, su ortografía y hasta su significado originales. En relación con el punto 1, desde hace quince años venimos viendo un acelerado desarrollo tecnológico, sobre todo en informática y computación, lo que ha dado lugar a numerosas palabras nuevas, la mayoría de las cuales procede del inglés.
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