Entre Letras E Sample Unit

11 la vida continuó a pesar de todo. Nuestra libertad estaba estrictamente limitada. Pero aún así, la situación era todavía soportable. La abuela murió en enero de 1942; nadie sabrá jamás cuán presente está ella en mis pensamientos y cuánto la amo todavía. En 1934, ingresé en el jardín de infantes de la escuela Montessori. Fue al final del año escolar que tuve que decir adiós a la señora K. Lloramos las dos; fue un momento muy triste. En 1941, entré con mi hermana Margot a la escuela secundaria judía. Hasta ahora todo nos va bien a los cuatro. Ya llego al día de hoy. Querida Kitty; Comenzaré ya mismo. Está todo muy tranquilo... Mamá y papá están fuera y Margot ha ido a jugar pimpón con unas amigas. Yo también he jugado mucho pimpón últimamente. A nosotros los jugadores de pimpón nos encanta comer helados. Sobre todo en verano, cuando uno se pone sudoroso por el juego, terminamos la partida con una visita a la tienda de helados más cercana, Delphi u Oasis, donde se permite la entrada a los judíos. No tenemos que preocuparnos por reunir algunas monedas, pues el Oasis está siempre lleno de amigos, y nosotros nos las arreglamos para encontrar a algún señor de buen corazón o a un amigo que nos ofrece más helados de los que pudiéramos devorar en una semana. Tal vez te sorprendas cuando hablo de novios a mi edad. ¡Ay!, uno no puede evitarlo yendo a la escuela que yo voy. En cuanto un muchacho pregunta si puede acompañarme a casa en bicicleta y comenzamos a conversar, nueve de diez quedarán inmediatamente enamorados de mí y no querrán perderme de vista ni un momento. Después de un tiempo se amortigua la emoción, sobre todo cuando yo hago caso omiso de sus miradas y me adelanto pedaleando alegremente. Si el asunto llega al extremo de que el muchacho quiera “hablar con papá”, yo hago cierta maniobra con mi bicicleta, mi maletín cae, el joven se ve obligado a bajar y recogerlo. Yo aprovecho este tiempo para cambiar el tema de conversación... ¿Ya ves? Se acaban de echar los cimientos de nuestra amistad. ¡Hasta mañana! Ana Frank fue una niña judía alemana. Se le conoce por haber plasmado sus vivencias durante la Segunda Guerra Mundial en un diario personal, el cual ahora es famoso.

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