Entre Letras E Sample Unit

la fábula 29 La señora Phelps ojeó las baldas, tomándose su tiempo. No sabía muy bien qué esco- ger. ¿Cómo iba a escoger un libro famoso para adultos para una niña de cuatro años? Su primera idea fue darle alguna novela de amor de las que suelen leer las chicas de quince años, pero, por alguna razón, pasó de largo por aquella estantería. —Prueba con este —dijo finalmente—. Es muy famoso y muy bueno. Si te resulta muy largo, dímelo y buscaré algo más corto y un poco menos complicado. — Grandes esperanzas —leyó Matilda—. Por Charles Dickens. Me gustaría probar. […] Al cabo de una semana, Matilda terminó Grandes esperanzas que, en aquella edición, tenía cuatrocientas once páginas. […] Durante los seis meses siguientes y, bajo la atenta y compasiva mirada de la se- ñora Phelps, Matilda leyó los siguientes libros: Nicolás Nickleby , de Charles Dickens. Oliver Twist , de Charles Dickens. Jane Eyre , de Charlotte Brontë. Orgullo y prejuicio , de Jane Austin. Teresa, la deUrbervilles , de Thomas Hardy. Viaje a la Tierra , de Mary Webb. Kim , de Rudyard Kipling. El hombre invisible , de H. G. Wells. El viejo y el mar , de Ernest Hemingway. El ruido y la furia , de William Faulkner. Alegres compañeros , de J. B. Priestley. Las uvas de la ira , de John Steinbeck. Brighton Rock , de Graham Greene. Rebelión en la granja , de George Orwell. Era una lista impresionante y, para entonces, la señora Phelps estaba maravillada y emocionada, pero probablemente hizo bien en no mostrar su entusiasmo.

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