Soñar un Crimen

Las cinco de la mañana y Laura y Fernando no vuelven. Tengo sed, mucha sed, y las manos frías. No puedo dormirme. Oigo ruidos muy raros. Cierro los ojos y veo a la mujer del restaurante. Quiere decirme algo, lo sé. Creo que voy a tomar otra pastilla. Tengo demasiado calor. Voy a abrir la ventana. El mar parece un jardín de agua. Un jardín negro, muerto, sin música... Ahora, frío, tengo frío. Mis ojos se cierran poco a poco. Es la pastilla. ¿Estoy soñando ya? Veo paredes azules y escaleras que llevan al mar. Sí, estoy soñando, pero mis ojos todavía están abiertos. No puede ser... En la pared, delante de mi cama, como en una película veo... Sí, sí, soy yo... Soy yo a los diecisiete años... 1969. Voy con Bea- triz en un coche rojo... Es el viejo Seat de mi padre. Es su coche, estoy seguro... Mi padre no quiere dejarnos el coche. Tengo sed. Un mar naranja con escaleras y dentro del mar veo..., veo a Beatriz, mi primera novia 11 . Está a mi derecha, en el coche. Es de noche. Es el verano de 1969. La noche del accidente. No puedo olvidar esa noche. Hace calor, mucho calor... «Beatriz, estás muy guapa» –le digo–. Ella se ríe. Vamos a una fiesta en casa de unos amigos. Mi padre no quiere dejarnos el coche, pero nosotros vamos a cogerlo. Esperar. «Debemos esperar, Beatriz.» Relojes negros sobre las aguas del mar... Tictac, tictac... Tengo sed. Tictac... Abro los ojos. ¿Dónde estoy? «Ya podemos salir. Mi padre duerme.» Subimos al coche. Es fácil. Tengo las llaves. ¡Qué divertido! Somos muy jóvenes... 1969. Beatriz pone un poco de música. Los dos cantamos y reímos. Va a ser una fiesta muy divertida. «Bea, déjame, no debes jugar así... Déjame, es peligroso...» Ella se ríe, se ríe... Aquella mujer, su pelo rubio... Está con una niña pequeña en medio de la calle. No nos ve, vamos muy rápido... Tictac, tictac. Parar, parar ahora. La mujer está en el suelo, 12 Soñar un crimen

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