SANTILLANA USA - La ciudad de los dioses

de Cuba; recuerdan la tranquilidad que han perdido por venir a México. El momento es difícil, y Cortés, mi señor, no se da cuenta de ello. Hoy mismo tengo que hablar con él. 30 de julio de 1519 Esta noche hemos descubierto 23 un oscuro plan contra Cortés y contra toda la conquista. Varios hombres han intentado robar uno de los barcos para volver a Cuba, con el gobernador Veláz- quez. Gracias a Dios, Bernardino de Coria nos avisó enseguida. Pero el peligro sigue: unos por miedo y otros por ser amigos de Velázquez, muchos hombres sueñan con Cuba y con dejar a Cortés. Es un momento difícil. En casa encuentro a la Malinche, que está hablando con mi señor. La Malinche se va cuando entro yo. –Ella piensa que hay que matar a todos los hombres que han in- tentado huir. Dice que tenemos que salir enseguida hacia el país de los aztecas –me explica Cortés con voz triste, triste como nunca lo ha sido. –Señor –le contesto yo–, son demasiados hombres. No puedes matarlos a todos. Pero una cosa sí es verdad: hay que salir de aquí. 31 de julio de 1519 A mitad de la noche bajamos con Coria y otros seis hombres a la playa. Allí nos esperan dos barcas. Todo ocurre muy deprisa. Tres horas después, hemos hundido 24 todos nuestros barcos en las negras aguas del mar. Esta ha sido la solución de Cortés a tantos problemas. Sin barcos, nadie puede volver a Cuba. Solo nos queda una salida: la conquista de los aztecas. 16 La ciudad de los dioses

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