SANTILLANA USA - Marianela

IV PABLO Y MARIANELA SALEN AL BOSQUE CON CHOTO N ELA –dijo Pablo–, hoy hace muy buen tiempo. El aire que corre es suave y fresco. El sol calienta pero no quema 9 . ¿Adónde vamos? –¿Dónde quieres ir? –preguntó la Nela. –A mí me apetece ir al bosque que está detrás de Saldeoro. –Bueno, iremos al bosque –dijo Marianela–. Pero iremos despa­ cio. No tenemos prisa. –¿Cómo es la luz del sol, Nela? –No te preocupes por el sol. Es muy feo. No podemos mirarlo mucho rato. –¿Por qué? –Porque duele. –¿Sabes una cosa, Nela? Antes yo tenía una idea distinta del día y de la noche. Verás: era de día cuando la gente hablaba y de noche cuando la gente callaba. Ahora no pienso así. Es de día cuando tú y yo estamos juntos. Es de noche cuando no estoy a tu lado. No quie­ ro estar nunca lejos de ti. –¡A mí, que tengo ojos, me pasa lo mismo! –dijo la Nela. 14

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