Solo tres segundos_Zona Libre

22 Paula Bombara De pronto, una mirada inquisidora surgiendo debajo de un gorro que dice “ bmx ”. Es un chico alto, más alto que él, de cuerpo delgado y flexible, de rostro sereno y alegre. ¿Es Leopoldo? ¡Es Leopoldo! No puede ser otro. A los treinta segundos de observarlo no tiene dudas de que es él. Treinta segundos mirándose en silencio son una eternidad llena de palabras. Una sonrisa marca el tiempo. El otro chico responde. –¿Nicolás? –Sí, Leo, soy yo. ¡¿Qué foto colgaste en la web?! ¡Casi no te reconozco! – ¡Jaja! ¡Era la idea, era la idea! ¡Tanto tiempo! La vamos a pasar bien acá, vas a ver. –¡Ojalá! –Nicolás mira a su amigo, sigue sonriendo, pero la sonrisa pronto pasa a ser mueca–. Estoy un poco nervioso… –No te preocupes, todavía falta para entrar. Lo único, decime “Pilu”. Si me decís “Leo”, se me van a reír en la cara. –¿Pilu? –Sí, Pilu, por los pilusos, viste. –¿Pilusos? –¡Estos gorros! –dice Leopoldo, hundiendo su cabe- za aún más en el interior del gorro de lona–. Se lla- man así. El sobrenombre me lo puso la profesora de Gimnasia en primer año y quedó. Ando con gorro todo lo que puedo. Me gusta, viste. Acá adentro dos por tres me piden que me lo saque. Y me lo saco, total… me lo pongo de vuelta a la salida.

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