Solo tres segundos_Zona Libre

L a salida de su viejo colegio es más desor- denada que la del nuevo. Calle Marcelo T. de Alvear, transitada y angosta. Pero los alum- nos no se sienten intimidados por los bocina- zos. Cuando la vereda se colma de personas, bajan a la calle y continúan conversando allí o en la vereda de enfrente. Al acercarse al Pellegrini, a Nicolás lo inva- de una alegría inesperada. Ya no habrá tantas frustraciones en el colegio. Tampoco tantas exigencias. Está allí de visita. Solo para jun- tarse con sus amigos. Ya no más para rendir exámenes, ya no más para sentirse idiota. 5.

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