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Santillana
El manatí es una de las especies marinas
en peligro de extinción, a causa de la
actividad humana.
Tanque de guerra en la playa Flamenco,
en Culebra.
El Fideicomiso de Conservación
de Puerto Rico desarrolla
programas educativos
enfocados en fomentar una
conciencia ecológica.
www.fideicomiso.org
En el taller anterior, aprendiste que los ecosistemas son las comu-
nidades de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre
sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo
ambiente (RAE). En este capítulo, hablaremos acerca de las pla-
yas, otro de los ecosistemas marinos que proveen a varias espe-
cies de los espacios precisos para poder satisfacer sus necesidades
de supervivencia.
Las playas son extensiones de tierra que bordean o delimitan al-
gunas costas, y que proveen de un fácil acceso al mar. Son extre-
mos conformados por sedimentos que atraen las corrientes mari-
nas, el oleaje y el viento. En Puerto Rico, las playas reciben agua
del océano Atlántico, por el norte, y del mar Caribe, por el sur.
Nuestras playas les sirven de refugio a animales como los peces,
los cangrejos, las almejas, las cocolías, las cucarachas de mar y las
“aguavivas“, entre otros. Existen algunas especies visitantes que
se pasean por nuestras costas, provenientes de las profundidades
del mar, como las estrellas de mar, los delfines, las ballenas y los
manatíes.
Es admirable la incalculable belleza de nuestras playas, adorna-
das por los arenales y por la fauna que las caracteriza. En varias
temporadas del año, es común observar en ellas la acumulación
de algas marinas, . Este hacinamiento se debe, entre otras cosas,
a que las playas sirven de filtro, como parte de los procesos que
lleva a cabo la madre naturaleza para renovarse y limpiar las im-
purezas del mar. El mar es una gran fuente de energía y de desa-
rrollo económico, tanto para el comercio de alimentos marinos
como para el ámbito turístico.
Dentro de todos sus beneficios, las playas nos sirven para disfru-
tar de ratos de esparcimiento y para realizar actividades familia-
res y de confraternización. La estabilidad de estos ecosistemas
puede verse afectada por factores naturales y por el resultado
de la inconsciencia humana. Cuando las personas arrojan basura
o desperdicios sólidos, o vierten desechos tóxicos en las playas,
son causantes de un grave daño ecológico y son responsables de
la muerte de muchas especies marinas. Varias organizaciones y
entidades que velan por la protección del ambiente han tomado
la iniciativa ciudadana de llevar a cabo actividades de recogido
de basura y de limpieza en estos espacios naturales; pero su tarea
no es suficiente. La contaminación muestra un crecimiento acele-
radamente devastador, y necesitamos personas que fomenten y
adquieran una nueva conciencia ecológica.
Cuadro artístico: las playas