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Book 4 Unit 6
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Unit 6
Creamos
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El muralismo mexicano
–Señores y señoras, por favor, pasen conmigo a la siguiente
sala del museo. Aquí tenemos algunos murales de los
pintores más conocidos del muralismo mexicano. Como
saben, a principios del siglo
XX
México se recupera de una
revolución. Muchos artistas empiezan a pintar murales como
reacción a la realidad sociopolítica del momento, como este
que vemos aquí.
–¿Quiénes eran los pintores más famosos de este movimiento?
–David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y el más conocido
de todos: Diego Rivera. Ellos querían representar al pueblo
mexicano y su historia.
–¿Y no hay más murales de otros artistas en el museo?
–Bueno, tenemos alguno más, pero los murales más conocidos
no están aquí. La razón es que normalmente los artistas
pintaban en las paredes de los edificios públicos parar poder
comunicar sus mensajes al gran público. De hecho, en 1922, el
presidente de México, Álvaro Obregón, promovió los murales en
espacios públicos y en edificios del gobierno.
–¿Y de qué tratan esos murales?
–Muestran escenas de la conquista española, la Revolución
mexicana, la industrialización, las tradiciones populares de
México... También están retratadas algunas personas famosas
de la cultura popular.
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Una obra maestra
–Esta es una de las obras de Diego Rivera que más me gustan.
Y debe de ser una de las mejores porque he leído que se vendió
en una subasta en más de tres millones de dólares.
–¿En serio? ¡Es impresionante! ¿Y por qué te gusta tanto esta
obra?
–Pues por la escena en sí. En esta obra Rivera no trata temas
políticos ni de la historia de México, sino otro de los temas que
trataban los muralistas: las tradiciones populares y el folclore,
que a mí me parece muy interesante.
–Ah, ya entiendo. A ti te interesan las escenas de la vida
cotidiana, ¿no?
–Exacto. En este cuadro se ve que los personajes van a bailar
una danza tradicional. Fíjate en los detalles: van descalzos y
llevan la ropa y los peinados típicos. También me gusta el estilo
de la obra. Las formas son sencillas, pero lo que más destaca
es el color. Los tonos son muy vivos y me encanta el contraste
entre el primer plano, con colores más cálidos, y el verde del
árbol del fondo.
–Sí, es verdad. Los colores son muy llamativos. Es un cuadro muy
bonito, Eva.
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¿Más o menos?
1. –Ethan, ¿sabes que el Museo del Prado de Madrid tiene más
de veinte mil obras de arte?
–No, no lo sabía. Pensaba que tenía menos. Pero... ¿estás
segura de que se pueden ver tantas obras?
–Es que no todas están expuestas porque no hay espacio
suficiente para mostrarlas.
2. –Acabo de leer que Fernando Botero nació en 1932.
–¡No lo sabía! Yo creía que había nacido en los años 50.
–Pues no; en los años 50 ya había realizado su primera
exposición.
3. –Ethan, ¿tienes la pintura para el mural?
–Sí, pero no sabía cuánta cantidad necesitábamos y compré
tres galones de cada color que me pediste.
–¡Qué exagerado eres, no necesitamos tanta pintura! Bueno,
al menos ya sabemos que no tendremos que comprar más...
4. –¿A qué lugar te gustaría viajar para poder ver alguna obra de
arte?
–Pues, si pudiera elegir, me gustaría ir a la Ciudad de México
para ver los murales que hay en las paredes exteriores de los
edificios. No tengo muchas ganas de visitar museos, pero me
encantaría ver los grandes murales mexicanos.
–¿Por qué no vamos? ¡Nos ayudaría mucho con el desafío!
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Una visita al Museo del Prado
–Muy buenos días, señor Navarro. ¿Ha descansado bien?
–Sí, muchas gracias.
–¿En qué puedo ayudarlo?
–Querría visitar el Museo del Prado, pero no sé a qué hora hay
menos gente.
–Es mejor ir después de comer. Por la mañana suele haber
más gente.
–¿Cree que tendré que esperar mucho tiempo para entrar?
–Es un museo muy visitado. Lo más probable es que haya fila
para entrar.
–Sí, lo suponía. Lo bueno es que el horario de visitas es muy
amplio, así que tendré tiempo.
–Espero que lo disfrute. Hay cuadros muy interesantes de
pintores italianos, flamencos, franceses, etc. Pero lo más
importante es que vea las salas de los pintores españoles,
son fantásticas.
–Muchas gracias por la información. ¿Sabe si hay visitas
guiadas?
–Sí, las hay, pero tendría que haber hecho la reserva hace tiempo.
Ahora creo que es tarde para conseguir una visita guiada.
–Bueno, no importa. Probablemente tengan audioguías. Hasta
luego. Y gracias por su ayuda.
–De nada. Que pase un buen día.