TEACHER’S GUIDE OVERVIEW LEVEL 10, UNIT 3
29
Lectura
©
Santillana
73
Sobre el autor
UÊʘiv>˜`>Ã
(adjetivo). Indignas,
torpes, de que no se puede ha-
blar sin repugnancia u horror.
UÊÊÀ>iÀ
(verbo). Eliminar enteramen-
te algo.
>À̜œ“jÊ `iÊ >ÃÊ >Ã>Ã
nació en
Sevilla, España, en 1474. De educa-
ción autodidacta en áreas como la
teología, la filosofía y el derecho, De
las Casas llegó a las Indias en 1502.
Se convirtió en sacerdote de la Or-
den de los Dominicos en 1512. Des-
de ese momento, dedicó todos sus
esfuerzos en evangelizar a los indios
y luchar por eliminar todo sistema
opresor contra dicha cultura, inclui-
das las encomiendas. Desde 1541 fue
procurador de los indios. Este cronis-
ta y fraile español vio realizado parte
de sus esfuerzos cuando en 1542-43,
España adoptó las Leyes Nuevas
,
que
consideraban al indio como hombre
libre, y prohibió el sistema de las en-
comiendas, tanto para oficiales como
religiosos.
En 1543 lo nombraron obispo de
Chiapas, México. Su obra titulada
Brevísima relación de la destrucción de
las Indias
, publicada en 1552, narra
los abusos cometidos contra los in-
dios durante la Colonización espa-
ñola, de tal forma que popularizó la
llamada
leyenda negra
. Murió en Ma-
drid, España, en 1556.
por piedad para los que se hallasen convertirlos e ganarlos a Cristo, no se
hallaron sino once personas, las cuales yo vide. […]
De la gran tierra firme somos ciertos que nuestros españoles por sus
crueldades y
nefandas
obras han despoblado y asolado y que están hoy
desiertas […].
Daremos por cuenta muy cierta y verdadera que son muertas en los
dichos cuarenta años por las dichas tiranías e infernales obras de los cris-
tianos, injusta y tiránicamente, más de doce cuentos de ánimas, hombres y
mujeres y niños; y en verdad que creo, sin pensar engañarme, que son más
de quince cuentos.
Dos maneras generales y principales han tenido los que allá han pa-
sado, que se llaman cristianos, en estirpar y
raer
de la haz de la tierra a
aquellas miserandas naciones. La una, por injustas, crueles, sangrientas y
tiránicas guerras. La otra, después que han muerto todos los que podrían
anhelar o sospirar o pensar en libertad, o en salir de los tormentos que pa-
decen, como son todos los señores naturales y los hombres varones (por-
que comúnmente no dejan en las guerras a vida sino los mozos y mujeres),
oprimiéndolos con la más dura, horrible y áspera servidumbre en que ja-
más hombres ni bestias pudieron ser puestas. A estas dos maneras de tira-
nía infernal se reducen e ser resuelven o subalternan como a géneros todas
las otras diversas y varias de asolar aquellas gentes, que son infinitas.
La causa por que han muerto y destruido tantas y tales e tan infinito nú-
mero de ánimas los cristianos ha sido solamente por tener por su fin último
el oro y henchirse de riquezas en muy breves días e subir a estados muy
altos e sin proporción de sus personas (conviene a saber): por la insaciable
codicia e ambición que han tenido, que ha sido mayor que en el mundo ser
pudo, por ser aquellas tierras tan felices e tan ricas, e las gentes tan humil-
des, tan pacientes y tan fáciles a sujetarlas; a las cuales no han tenido más
respecto ni dellas han hecho más cuenta ni estima (hablo con verdad por lo
que sé y he visto todo el dicho tiempo), no digo que de bestias (porque plu-
guiera a Dios que como a bestias las hubieran tractado y estimado), pero
como y menos que estiércol de las plazas. Y así han curado de sus vidas y
de sus ánimas, e por esto todos los números e cuentos dichos han muerto
sin fee, sin sacramentos. Y esta es una muy notoria y averiguada verdad,
que todos, aunque sean los tiranos y matadores, la saben e la confiesan:
que nunca los indios de todas las Indias hicieron mal alguno a cristianos,
antes los tuvieron por venidos del cielo, hasta que, primero, muchas veces
hubieron recebido ellos o sus vecinos muchos males, robos, muertes, vio-
lencias y vejaciones dellos mesmos.
Fray Bartolomé de las Casas
(español)
(fragmento)
Apuntes
© Santillana
103
Lectura
©
Santillana
73
S bre el autor
UÊʘiv>˜`>Ã
(adjetivo). Indignas,
torpe , de qu no se puede ha-
bl r sin repugnancia u horror.
UÊÊÀ>iÀ
(ve bo). Eli i ar enteramen-
te algo.
>À̜œ“jÊ `iÊ >ÃÊ >Ã>Ã
nació en
Sevilla, España, en 1474. De educa-
ción autodidacta en áreas como la
teología, la filosofía y el derecho, De
las C as llegó a las Indias en 1502.
Se convirtió en sacerdote de la Or-
den de los Dominicos en 1512. Des-
de ese momento, dedicó todos sus
sfuerzos en evangelizar a los indios
y luchar p r eliminar todo sistema
opresor con ra dicha cultura, inclui-
das las encomiendas. D sde 1541 fue
procura r de los indios. Este cronis-
t y fraile spañol vio r alizado parte
de sus esfuerzos cuando en 1542-43,
Esp ña adoptó las Leyes Nuevas
,
que
consi eraban al indio como hombre
libre, y prohibió el istema de las en-
comiend s, tanto para ficiales como
religiosos.
E 1543 lo nombraron obispo de
Chiapas, México. Su obra titulada
Brevísima relación de la destrucción de
las In i s
, publicada en 1552, narra
los abusos cometidos contra los in-
dios dura te la Colonización espa-
ñola, de tal form que popularizó la
llamada
leyenda negra
. Murió en Ma-
drid, España, en 1556.
por piedad para los que se hallasen convertirlos e ganarlos a Cristo, no se
hallaron sino once personas, las cuales yo vide. […]
De la gran tierra firme somos ci rtos que nuestros españoles por sus
cru lda e y
nefandas
obras han desp blado y asolado y que están hoy
desiertas […].
Daremos por cu nt muy cierta y v rdadera que so muertas e los
dichos cuarent años por l s dichas ti anía e infernales obras de los cris-
ianos, i justa y iránicamente, más de doce cuentos de ánimas, hombres y
mujeres y niños; y en v rdad qu creo, sin pensar engañar e, que so más
de quince cuentos.
Dos man ras generales y principales han t nido los que allá han pa-
sado, que se llaman cristianos, en stirpar y
raer
de la haz de la tierra a
aquell miserandas naciones. La n , por injustas, c uele , sangrient y
ti ánicas guerras. La otra, después que han muerto tod s los que podrían
anhelar o so pirar o pensar en liberta , o en salir de los tormentos que pa-
decen, c mo on t do los señores naturales y los hombres varones (por-
que comúnmente no dejan en las guerras a vida sino los mozos y mujeres),
primiéndolo con la más dura, hor ibl y áspera s rvidumbre en que ja-
más hombres ni bestias pudieron ser puesta . A estas dos m neras de tira-
nía infernal se educ n ser resuelve o subalterna c m a géneros todas
la otras diversas y v i s d asolar aquellas ge tes, que son infinitas.
La causa por que han m ert y de truido tant s y tales e tan infinito nú-
ero de ánimas los cr stianos ha sido solam nte por te er por su fin último
el oro y henchirse de riquezas en muy breves día e subir a estados muy
alt s e si proporción de sus personas (conviene a saber): por la insaciable
cod cia e ambició que han ten , que ha sido mayor que en el mundo ser
pudo, por ser aquellas t erras t felices e tan ricas, e las gentes tan humil-
des, tan pacientes y tan fáci e sujetarlas; a las cuales no han tenido más
r specto ni dellas han h cho má cuenta ni estima (hablo c n verdad por lo
que sé y h visto todo el dich tiempo), no digo que de bestias (porque plu-
guiera a Di s que como a bestias las hubieran tract
y stimado), pero
como y menos qu estiércol de l pl zas. Y así han cura o de sus vidas y
de sus ánimas, e por e to todos los números e cuentos dichos han muerto
in fee, sin sacramentos. Y esta es una muy notoria y averiguada verdad,
que todos, aunque sean los tiranos y mat dores, la saben e la confiesan:
que nunca los indio de todas las Indias hicieron mal alguno a cristianos,
antes los tuvier n por v nidos del ci lo, hasta que, primero, muchas veces
hubieron recebido llos o sus vecinos muchos males, robos, muertes, vio-
lencias y vejaciones dellos mesmos.
Fray Bartolomé de las Casas
(español)
(fragmento)
Cierre
Invite a los estudiantes a leer la biogra-
1.
fía de Fray Bartolomé de Las Casas, en
la página 73 del libro de texto.
Pregunte:
¿En qué se distinguió Fray Bartolomé
de Las Casas?
¿Qué pensaba el religioso acerca de
los indios?
¿Qué efecto tuvo la publicación de su
obra?
Anime a los estudiantes a buscar infor-
2.
mación acerca de la faceta evangeliza-
dora de la Conquista y la Colonización
de América. Además, pídales que com-
paren y contrasten las creencias religio-
sas de los indios con la religión católica
traída de Europa. Discuta con ellos sus
hallazgos.
Presente a los estudiantes la siguiente
3.
aseveración:
La Conquista y la Coloni-
zación de América se caracterizó por la
voluntad de los europeos de destruir y
suprimir las culturas nativas
. Pídales que
redacten una composición en la que
indiquen si están de acuerdo o no con
esta aseveración. Anímelos a sostener
su postura con los fragmentos de los
textos que leyeron en el capítulo. Mo-
tívelos a compartir las composiciones
con sus compañeros.
Solicite a los estudiantes que lean las palabras de vocabulario que aparecen en
3.
el margen de las páginas 72 y 73. Anímelos a construir oralmente oraciones
que incluyan una de esas palabras. Exhorte a que, si fuera necesario, utilicen el
diccionario como referencia.
Solicite a los estudiantes que busquen en el diccionario las definiciones de las si-
4.
guientes palabras de la lectura:
querulosos, luenga, asoladas, henchirse
y
vejaciones
.
Pídales que escriban en sus libretas una oración con cada una de ellas. Luego,
anímelos a que las compartan con sus compañeros.
Lea y discuta con los estudiantes los apartados
5.
Al leer
y
Al concluir,
de la página
72 del libro.
1...,21,22,23,24,25,26,27,28,29,30 32,33,34,35,36,37,38,39,40,41,...92